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canvi (delegación de cartagena)

Mi relación con el cáncer y la vida

No entiendo el cáncer como una enfermedad sino como un proceso. Quizás penséis que es fácil hablar desde este lado, como hija de afectada, o quizás no.

 

La palabra cáncer entró en mi vida para cambiarla, para aprender de ella y con ella. Entró en mi vida a través del cuerpo de mi madre, que es mi vida, mi modelo, mi amor. Por eso, al principio, dolió… y sentí miedo. Después me agarré a su mano, a su sonrisa, a sus deseos de mar y sol, a sus ilusiones. Me agarré a ella y caminé junto a ella… hasta que un día me di cuenta que había sido el mismo cáncer el que nos unió aún más,... pero no por temor a separarnos o a tener que decirnos adiós… sino porque encontramos un lugar por encima de todo, una relación más limpia…

El cáncer llega por algo y debemos saber el motivo. Yo lo comprendí y no encontré lágrimas sino más amor.

 

Un día, la mano de mi madre me llevó hasta la de Clara y me sentí en un nuevo mundo, donde no hay que luchar contra nada, ni demostrar nada, tan sólo aprender y trabajar desde dentro, mirar desde aquí (el interior, el corazón)… El cáncer no se ha vivido en mi familia como un tabú, mi madre no ha escondido su cabecita suave sin pelo, ni sus quimios, ella siempre decía "que iba a meterse un chute" y "que los que parecían que tenían cáncer eran sus amigos que no podían seguir su ritmo, sus curiosidades o inquietudes”.

 

Cuando el cuerpo decide autodestruirse… hay que escucharse. Cuando tu madre, tu hija, tu hermana… tiene cáncer… todos debemos crecer a la misma vez. Todos debemos experimentar el mismo cambio. Mi vida ha dado un giro de 180º. Por eso, le doy las gracias a mi madre, al cáncer y a Canvi por todo lo que me han enseñado y aún sigo aprendiendo.

Silvia

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